Acelga

¿Os gustan las acelgas? Para mí, las acelgas son mi hortaliza favorita. Me encantan, tan brillantes, con hojas tan grandes, tan majestuosas!!!! Ay, acelga es perfección. Mi amor hacia las acelgas se demuestra en esta fotografía.

Me perdí (pero pude volver a casa)

Ayyy hijos si es que es hablar de contaros la vez que me perdí en el monte, y me pierdo!!! Veréis, os dije que os iba a contar una vez que me perdí en el monte paseando con mi perro, pues os la cuento otro día, porque ayer mismo me pasó lo mismo!! Iba paseando con mi perro y decidí meterme por un camino por el que no había ido nunca (mala  idea) y me perdí por el bosque. He de decir que era una localización preciosa, con vegetación exuberante, pero... en fin. Y mi perro encantado!! Claro, con lo que le gusta descubrir nuevos territorios... Al final conseguí salir en un camino que si fuera por mi ruta habitual estaría lejísimos, y ya os podéis imaginar, era casi de noche y yo en ese bosque no me volvía a meter, así que me di la caminata de mi vida!! Ay, terminé agotada, de verdad. Pero bueno, una anécdota más para contar.

Zonas naturales

Me encanta pasear por zonas naturales, parques... Hay que limpiar los pulmones, mujer!! Sobre todo en una vida ajetreada y estresada como la de estos últimos años. Ayyy, que aún conservo el trabajo, te lo puedes creer?? Bueno, es que estoy hablando como si de todos los trabajos me echaran, simplemente digo que me está yendo bien con este trabajo... Ay, que me enredo por las ramas. Ramaaa deee... Ramalinda!!! Una vieja amiga... Y vieja en todos los sentidos, JAJA. Ay tampoco me quiero pasar, que es buena mujer. Bueno chica, que al final me enrollo y no cuento nada. Ah, pues que el otro día en un parque al que fui por primera vez me hice pasar por una turista que no sabía hablar español y me sacaron esta foto. Qué os parece? Me gusta mucho porque es un parque en el que la hierba crece mucho. Ayyy, ojalá hubiera llevado aquel día a mi querido perro del alma, ya sabéis que su pasión es descubrir nuevos territorios, de hecho os tengo que contar mi historia de cuando me perdió por el monte... Puf, pues por donde iba, que el otro día no lo pude llevar porque estaba con mi marido en el veterinario, nada grave eing! La próxima vez que vaya al parque ese lo llevaré y ya os contaré la experiencia.

Mi boda

Ay hijos, pues encontré esta foto de mi boda. Me casé en el año 87, ay qué tiempos aquellos... Aún me dura el matrimonio, después de veintiocho años de aguantarnos mutuamente... Estoy felizmente casada con mi Lanudo y nos queremos mucho. Que opináis de mi traje? Oy, qué clase, lo que costó ese vestido y ahora está cogiendo polvo en el desván...

Paseando a mi perro

Sabíais que me encanta pasear a mi perro? Pues si, es mi pasatiempo favorito (después de cotillear, claro). Pero por favor, si tenéis un perro cuidadlo muy bien. Yo siempre a lo largo de mi larga vida he tenido algún perro, o sea, que nunca estuve sin perro. A lo que iba, que yo los cuido y les doy muchos cariños, recordad que tenéis una vida en vuestras manos con cualquier mascota que tengáis. Y bueno, a pesar de tener un jardín en el que pasar el día, a mi perro también le gusta pasear y descubrir nuevos territorios. De hecho, un día quiso descubrir tanto que me perdí en el bosque y se me hizo de noche, qué miedo pasé, por encima se oían ladridos lejanos y mi perro se puso a responderles y me entró aún más miedo. Horrible fue, pero bueno, no he tenido más experiencias negativas paseando al perro. Vosotros tenéis perro? Lo paseáis?

Un café con Rosinda

Hidraté a Rosinda. Hoy, finalmente pudo quedar después del trabajo. ¡Siempre está ajetreada! Y al final acabamos en mi casa, quería tranquilidad porque según ella le dolía la cabeza. Y bueno hijos, ya sabéis, pues estuvimos charlando y no sé qué más contaros. Ala, os dejo con las fotos y os llega. ¡Ah! No os quejéis que mañana habrá una de esas entradas, Anécdotas de la Loli.

Tarde con Rosinda

Como sabréis, una de mis mejores amigas y ex-compañera de trabajo, es Rosinda. Ella, afortunadamente aún conserva el puesto, aunque bueno, yo también estoy feliz con mi trabajo. Pues hoy, bueno, ayer por la tarde fui a visitarla. Como nunca puede quedar decidí aparecerme por sorpresa en donde trabaja. Ella trabaja en un rollo de secretaría, y tiene su propia oficina. Aproveché para acercarme un rato que vi que no tenía clientes y charlamos un rato. Luego, ya le vino gente y me tuve que despedir. Creo que hoy vamos a quedar para tomar un café a las siete, cuando salga del trabajo.